La administración de medicamentos en pacientes pediátricos es uno de los mayores retos en la medicina prehospitalaria. Un error en la dosis puede comprometer gravemente la seguridad del paciente, y en entornos de alta presión, como una emergencia, incluso los profesionales más experimentados pueden cometer fallos.
En este artículo analizamos los hallazgos de un estudio centrado en paramédicos, que revela la magnitud de este problema y ofrece claves para mejorar la práctica clínica, tanto en España como a nivel internacional.
Un desafío constante en pediatría prehospitalaria
En pediatría, el cálculo de dosis no es lineal: varía en función del peso, la edad y la condición clínica del paciente. Esto exige realizar conversiones rápidas —a menudo de libras a kilogramos— y aplicar fórmulas que, bajo presión, pueden generar errores.
Los cursos internacionales de la NAEMT (National Association of Emergency Medical Technicians), como el PHTLS o el EPC, enfatizan la necesidad de dominar este aspecto, pero la práctica diaria demuestra que aún queda camino por recorrer.
El estudio: probando una referencia estatal de dosificación
En el estado de Míchigan (EE. UU.), se implementó una referencia estatal de dosificación pediátrica para reducir los errores. Este documento, accesible tanto en formato físico como electrónico, incluía las dosis en mililitros basadas en el peso y guías paso a paso para medicamentos que requieren dilución.
Metodología:
Participaron paramédicos de 15 agencias de emergencias.
Se realizaron simulaciones con cuatro casos pediátricos críticos: convulsiones hipoglucémicas, quemaduras, anafilaxia y paro cardíaco.
Se evaluó la precisión en el cálculo y administración de fármacos como epinefrina, midazolam, dextrosa y difenhidramina.
Principales hallazgos
Tasa global de acierto: 68,8 %.
Mayor precisión: difenhidramina IV (82,8 %).
Menor precisión: midazolam IV diluido (38,9 %).
Errores frecuentes: sobredosis de epinefrina IV (incluidas seis sobredosis de ×10), fentanyl y midazolam.
La dilución previa de medicamentos fue un factor crítico de error, reduciendo la tasa de aciertos hasta un 26,7 %.
Implicaciones para España
Aunque el estudio se desarrolló en EE. UU., sus conclusiones son aplicables a los servicios de emergencias españoles. La incorporación de guías de referencia claras y estandarizadas en todas las ambulancias podría reducir de forma significativa los errores, especialmente en pediatría, donde la precisión es vital.
Recomendaciones clave:
Protocolos unificados y accesibles: disponer de guías impresas y digitales en todas las unidades.
Formación continuada: incluir módulos específicos de dosificación pediátrica en cursos acreditados como PHTLS o EPC.
Simulacros periódicos: reproducir situaciones críticas para entrenar la toma de decisiones bajo presión.
Trabajo en equipo: fomentar la doble verificación y la comunicación efectiva durante la preparación y administración de fármacos.
Formación internacional adaptada al contexto español
Los cursos de la NAEMT no solo mejoran las habilidades técnicas de cálculo y administración de medicamentos, sino que también refuerzan la capacidad de los equipos para actuar coordinadamente en escenarios complejos. Su integración en la formación de paramédicos en España, junto con protocolos adaptados a nuestra realidad, puede marcar la diferencia en la seguridad de los pacientes más vulnerables.
Normativa nacional sobre vehículos sanitarios
El Real Decreto 619/1998, de 17 de abril, regula las características técnicas, el equipamiento sanitario y la dotación de personal de los vehículos de transporte sanitario por carretera, incluyendo ambulancias. Este Real Decreto es de ámbito estatal y está publicado en el BOEsanidad.gob.es. Es un marco general, pero no contiene protocolos clínicos ni dosificaciones específicas.
Protocolos regionales y guías asistenciales
La práctica clínica prehospitalaria se organiza a nivel autonómico, por lo que encontrarás manuales y protocolos elaborados por los servicios regionales de salud o emergencias. Algunos ejemplos:
Castilla-La Mancha publicó el Manual de Protocolos y Actuación en Urgencias (4.ª edición, 2021), que incluye pautas detalladas sobre actuaciones, dosis de fármacos, y líneas de acción específicas toledo.sanidad.castillalamancha.es.
Andalucía, a través del Servicio Andaluz de Salud (SSPA), cuenta con un Manual de Protocolos Asistenciales en la Atención Urgente y Emergente, elaborado por profesionales sanitarios de la región sspa.juntadeandalucia.es.
Las Unidades Medicalizadas de Emergencia de Castilla y León disponen de un Manual de actuación clínica en unidades medicalizadas, disponible por volúmenes, que incluye protocolos clínicos prehospitalarios saludcastillayleon.es+1.
SUMMA 112 (Comunidad de Madrid) también ha desarrollado manuales destinados al personal de emergencias, aunque la referencia es más general madrid.org.
¿Qué hacer?
1. Identificar la comunidad autónoma o servicio de emergencias que te interese (por ejemplo, SAMU en Andalucía, SESCAM en Castilla-La Mancha, SUMMA 112 en Madrid, EPES en Andalucía, etc.).
2. Consultar el sitio web oficial de ese servicio o de la Consejería de Salud correspondiente, donde suelen estar disponibles los manuales o protocolos en formato PDF descargable.
3. Si necesitas un documento de consulta nacional, podrías revisar el BOE para normativa técnica (como el Real Decreto 619/1998) y complementarlo con la literatura publicada por sociedades médicas (SEMES, por ejemplo), aunque éstas generalmente publican guías y recomendaciones no vinculantes.
Resumen en tabla
| Nivel | Documento / Fuente | Descripción principal |
|---|
| Nacional | Real Decreto 619/1998 (BOE) | Equipamiento y personal sanitario de ambulancias (normativa técnica) |
| Autonómico | Manuales regionales (Castilla-La Mancha, Andalucía, CL-León…) | Protocolos clínicos, dosis, procedimientos prehospitalarios |
| Servicio de Emergencias | SUMMA 112, EPES, SAMU Castilla-La Mancha, etc. | Documentos específicos para personal operativo en emergencias |